Aquí estoy para Ti, sin más palabras.
Para Ti es este rato.
En quietud expectante, aquí me quedo,
consciente de mi vida y de mi espera.
No importa si tu luz tarda minutos,
si tarda horas o siglos.
Yo nada pido. Espero, simplemente.
Espero que en mi centro más profundo
se vaya evidenciando por sí solo,
sin que yo sepa cómo, poco a poco,
un recóndito hueco
que solo sepa estar lleno de Ti.
Mientras tanto, contemplo tu Silencio,
y también mi silencio que lo escucha.
Mi presencia, centrada en tu Presencia.
Mi ser, acompasado con tu Ser.
Y si tardas no importa.
No tengo prisa alguna.
No pido nada más, y me conformo
agradecidamente
sólo con esperarte,
con saber solamente que me mira
tu mirada amorosa.
No tengo más que hacer que confiar.
… Es, de algún modo,
casi como si ya hubieras llegado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario